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Un viaje musical a la Luna digno de un film mudo, con un punto humorístico a lo Wallace & Gromit. Una serie de escenas que se van sucediendo y que conforman ese trayecto de ida y vuelta al satélite, tratando de transmitir la incertidumbre que debían sentir los pioneros de los vuelos espaciales (en este sentido hay piezas que se titulanMercado de chatarra, El día que falló la nave, ¿Qué hacemos? Y Landing in a wrong place). Estas escenas o cuadros, que se grabaron de un tirón en un concierto, proporcionan a Platos combinados un aspecto programático, como un guiño a lo progresivo, que es una de las influencias claves en la música del trío. No obstante, dichas escenas son más un pretexto a partir del cual desarrollar la inter actuación entre los músicos, dando a las improvisaciones (toda la música fue improvisada) una especie de hoja de ruta, un contenido a partir del cual poder desplegarse en direcciones y sentidos abarcables, tanto para los músicos como para el oyente. Además, la suma de las distintas sensibilidades y procedencias de los músicos, enriquece el resultado. Angeli, con su improbable guitarra y su inesperado sonido, se mueve entre la música tradicional, el sonido más progresivo y la improvisación más abrupta. Agranov, con exquisita técnica clásica, proporciona los elementos más melódicos, con un ojo puesto en otras tradiciones y el otro en una estética más contemporánea. Roca, versátil y de adaptación rápida, proporciona toda clase de ritmos, más buscando la conveniencia temática que un estilo determinado. El conjunto es un disco sorprendente, un registro de su quehacer en directo. Que nadie espere, si tiene la oportunidad de verlos, ninguno de los temas aquí contenidos, pues a buen seguro se encontrará con una actuación totalmente distinta, aunque eso sí, con las mismas ideas y planteamiento. Germán Lázaro, Cuadernos de Jazz (May 2011)
Platos Combinados, el estreno del trío formado por el especialista en guitarra sarda preparada Paolo Angeli, el violonchelista Sasha Agranov y el baterista Oriol Roca, formación que atiende por el nombre de Piccola Orchestra Gagarin, es un disco conceptual en homenaje al mítico cosmonauta ruso. La música del grupo transita por los terrenos de la improvisación multi idiomática, territorio que está más allá de las formas y costumbres de lo que habitualmente se conoce por improvisación libre. Un terreno en el que hay melodías y ritmos marcados, e influencias múltiples que acuden desde terrenos tan dispares como el rock progresivo, la música tradicional, la música clásica, el jazz (más libre en unos momentos que en otros), y también desde la improvisación libre. Paolo Angeli tiene en su guitarra sarda preparada una máquina capaz de transmutarse en múltiples instrumentos: ora es una máquina creadora de ritmos, ora es un chelo; ora una guitarra, ora una máquina de hacer ruido. A veces, bastantes, es varios instrumentos a la vez, aunque en todo momento resulta una máquina de hacer música capaz de encajar y amoldarse a sus compañeros. Sasha Agranov se mueve con su violonchelo por la música clásica, el jazz o la libre improvisación. Oriol Roca con su batería y percusiones permanece atento en todo momento a sus compañeros, capaz de amoldarse a la perfección a sus necesidades. Uno de los posibles resultados de estos axiomas creativos en manos de estos tres artistas es Platos Combinados. Poco más de cuarenta minutos grabados en directo, en un suceso único, y no exclusivamente por lo irrepetible. Pachi Tapiz, Tomajazz (June 2011)
Ceux qui s’inquiètent de l’arrêt récent du programme de la navette spatiale américaine peuvent être rassurés, la relève est prête à entrer en action avec le trio Piccola Orchestra Gagarin (Paolo Angeli, Sasha Agranov, Oriol Roca). Les douze pistes sont très variés mais la fraicheur est omniprésente. On sent la bonheur d’être ensemble, de jouer, de creer et on imagine que le trio doit être excellent en live. Mais sur le CD il est déjà très bien. Ce trio n’est que de bonheur, et représente une étape intéressante dans la musique de Paolo Angeli, que je suives depuis quelques années maintenant. Ici, il a trouvé des complices à sa mesure, Roca est un batteur énergique et créatif. Un disque hautement recommandé, un voyage dans l’espace vraiment pas cher, merci au trois! Joël Pagier, Jazzman Magazine (October 2011)
Si la improvisación es una exploración del espacio sonoro, la Piccola Orchestra Gagarin se lo toma al pie de la letra y viste de astronauta. Orchestra que, de tan Piccola, es sólo de tres: el ruso Sasha Agranov (chelo), el sardo Paolo Angeli (guitarra sarda preparada) y el barcelonés Oriol Roca (batería). Fans del ruso Yuri Gagarin (en los bandos de la carrera espacial eligen –por paralelismo con las condiciones laborales del jazz- a la cenicienta), sobrevuelan paisajes del planeta musical en una combinación muy particular de vuelos de improvisación libre que pueden aterrizar, si el giro orbital de la inspiración lo permite, en la estación de la música tradicional sarda (de la que Angeli es un experto con libro). La particularidad de su instrumentación, la falta de prejuicios y su escaso sentido del ridículo (ni la Unión Soviética más decadente permitiría semejantes trajes espaciales), les permiten ser cercanos al público más refractario y dar luz a una música estelar que lo mismo vuela muy alto que levanta el polvo de las carreteras secundarias. Carlos Pérez Cruz, El Asombrario (April 2013)
Un nuevo grupo de música orbita por Barcelona con una propuesta que no tiene desperdicio. La Piccola Orchestra Gagarin hace honor a su nombre en todos los sentidos. Es pequeña porque son tres, pero suena como una original una orquesta (con instrumentos tuneados con tal intención). Y lo de Gagarin es un guiño al primer cosmonauta de la historia que se lanzó al espacio con la misma incertidumbre que ellos cuando suben a un escenario: nunca ensayan. Este trío formado por el italiano Paolo Angeli (guitarra sarda preparada), el ruso Sasha Agranov (chelo) y el barcelonés Oriol Roca (batería) acaba de publicar el disco Platos combinados, que es una auténtica gozada. Por cierto, tampoco ensayaron antes de grabarlo. Lo suyo es la libertad creativa sin aditivos. Pero si quieren alguna pista, que sepan que su estilo tiene tanto de pop de vanguardia como de free jazz, indie y música tradicional de Cerdeña. Pues nada, háganme caso y síganle la pista, aunque a saber por qué planeta andarán buscando inspiración. Núria Martorell, El Periódico (April 2011)
Registrazione in presa diretta e oculata scelta dei pard – si ripropongono nel disco della Piccola Orchestra Gagarin, un ensemble paneuropeo che Angeli condivide con il violoncellista russo (ma di origini ebree) Sasha Agranov e con il batterista catalano Oriol Roca. È la prima volta, a parte qualche situazione occasionale, che ci è dato di vedere Angeli all’interno di un vero e proprio gruppo; e innanzi tutto è bene capire, visto il suo ruolo polivalente, come un trio per numero di gambe e braccia sia a tutti gli effetti un quartetto, dal momento che lo strumento da lui utilizzato permette di ricoprire allo stesso tempo sia un ruolo melodico sia un ruolo ritmico. All’interno di questa situazione è poi interessante seguire il confronto / scontro fra il violoncello di Agranov e la chitarra sarda che di fatto è utilizzata anche come un violoncello. Per cui la situazione che ne deriva è piuttosto intricata e complessa. I caratteri della musica mi paiono di tradizione tipicamente mediterranea (presente nei geni di tutti e tre i musicisti), seppur rivista amorevolmente in chiave jazz, sia per quanto concerne i suoni sia per quanto concerne le melodie, e in tal senso riveste un particolare ruolo trainante la versione di un classicone della tradizione sarda qual è La corsicana (Corsicanskaya) che Angeli canta con quella passionalità messa in campo ogni qualvolta si cimenta con il folclore della sua terra. Ma la centralità attorno alla quale ruota il disco, come una navicella spaziale intorno alla terra, è di tipo più concettuale, e per afferrarla basta semplicemente osservare come sono vestiti i musicisti nelle immagini di copertina, o il nome stesso del gruppo e una scaletta che inizia con Rampa di lancio, prosegue con la storica espressione поехали (pojechali, cioè siamo partiti), con Keдp in orbit (il ‘cedro’ in orbita), con un Rave nell’anello di Saturno e si appresta a terminare presso la nota località russa Takhtarova… e può essere che non sia riuscito a cogliere tutti i riferimenti. I più riottosi alla comprensione, ma non credo ce ne siano, vadano poi a vedere cosa accadde 50 anni fa (12 Aprile 1961) e avranno tutto chiaro. (Sands-Zine, February 2012)
Nel piccolo palco sulla terrazza che sovrasta il Rifugio Comici, in Val Gardena, alle pendici del Sassolungo, con uno sfondo di incomparabile bellezza, sono atterrati, per la prima volta in Italia, i tre candidi astronauti della Piccola Orchestra Gagarin: Paolo Angeli, con la sua chitarra sarda preparata in costante evoluzione tecnologica ed espressiva, il violoncello del russo Sasha Agranov e la batteria del catalano Oriol Roca. Rispetto al disco registrato due anni fa, «Platos combinados», il trio mostra un affiatamento crescente, grazie al fatto che i componenti vivono nella medesima città, Barcellona, e suonano spesso insieme. La ben nota creatività di Angeli, insieme alle rilevanti doti tecniche ed espressive dei partner, che si sono conosciuti in Olanda dove entrambi studiavano musica elettronica, una buona dose di umorismo – i tre arrivano in scena con tute e caschi da astronauti, introdotti dalla voce registrata dell’astronauta russo -, l’utilizzo di materiali musicali di matrice popolare (un canto russo, la Corsicana in dialetto gallurese ribattezzata per l’occasione Corsicanskaya) intonati rispettivamente dalle voci di Agranov e di Angeli, inseriti in suite che alternavano parti composte e parti improvvisate con leggera naturalezza, tra free improvisation e riff di matrice rock, hanno convinto e deliziato il folto pubblico che ha raggiunto il noto rifugio. Vincenzo Fugaldi, Südtirol Jazz Festival (July 2012)
Penso che Paolo abbia goduto non poco, lui grande fan di Tom Cora e amante del violoncello a poter suonare con un musicista poliedrico come il russo Sasha Agranov. Da anni Paolo ha infatti aggiunto un altro ponte mobile alla sua chitarra sarda modificata in modo da poterla suonare con un archetto proprio come un violoncello. Ero molto curioso di sentire questo trio (Paolo Angeli, chitarra sarda modificata; Sasha Agranov, violoncello e loops; Oriol Roca, batteria) all’opera, il titolo di Piccola Orchestra prometteva già bene e l’aggiunta del nome dell’eroe dello spazio sovietico lo rendeva ancora più interessante. E le attese non sono rimaste deluse. I tre assieme letteralmente spaccano creando un disco di puro crossover post moderno assolutamente azzeccato e potente: non un solo calo di tensione per tutti i … minuti di durata del cd, un unico flusso musicale che si muove tra free jazz, contemporanea, improvvisazione, musica popolare sarda (eccezionale la versione della Corsicana con Paolo al canto), musica spagnola, russa e arabeschi vari.I tre sono eccezionali e si integrano benissimo tra loro: Oriol Roca è un batterista perfetto, flessibile e perfettamente a suo agio nei poliritmi e capacissimo di suonare anche al di fuori della pulsazione, una spalla perfetta per Angeli e Agranov che si disputano allegramente i territori del basso continuo e della melodia, saturando ogni spazio libero possibile e creando una corrente sonora in continua mutazione. Simbiosi perfetta, inter-play perfetto. Mai una sbavatura, mai una caduta di stile.Grande Paolo come sempre alla ricerca continua di nuovi territori e di nuove possibilità! Andrea Aguzzi, Italia Paperblog (February 2012)
Musica ed emozioni negli stazzi con la Piccola Orchestra Gagarin. Chiamiamolo stralunamento. È l’effetto a cui si viene esposti quando si ascolta la musica della Piccola Orchestra Gagarin, band che ha inaugurato a Tempio la XVIII edizione di “Isole che parlano”. Un’inaugurazione duplice, visto che a Tempio il festival, nato e cresciuto a Palau, non era mai arrivato. Un piccolo limite geografico ora finalmente superato. Per entrare nell’atmosfera del festival non poteva esserci proposta più appropriata della Piccola Orchestra Gagarin, quella che, per il curriculum dei suoi componenti, è una vera all stars band: un violoncellista, Sasha Agranov, che vanta collaborazioni con Patti Smith, un chitarrista, Paolo Angeli, inventore di una prodigiosa chitarra di cui va giustamente fiero, e Oriol Roca, talentuoso batterista catalano. Annunciato da uno speaker d’altri tempi (lo stesso che accompagnava le imprese spaziali dei primi astronauti sovietici), l’equipaggio della sperduta navicella della Piccola Orchestra Gagarin, munito di tute rigorosamente taroccate, ha calcato il suolo degli stazzi tempiesi con ironica marzialità. I tre viaggiatori dello spazio hanno raccontato a modo loro l’epopea di Jurij Gagarin, esaltando la figura del cosmonauta russo con un repertorio originalissimo. Non a caso, i tre concepiscono la musica come un “piatto combinato” nel quale si possono trovare gli ingredienti più disparati: la tradizione sarda, certe sonorità indie, suggestioni psichedeliche, il classico rimaneggiato e altro ancora. L’effetto garantito è il piacevole “stralunamento” di chi ascolta una musica (si pensi alla “Corsicanskaya”) di grande impatto e atmosfera. La Nuova Sardegna (September 2014)
Una giornata memorabile – l’ultima – che ha dato il sigillo in modo effervescente al trentennale della rassegna, iniziando con i numerosi concerti in altura, dalla Badia a Merano 2000 al Sassolungo, tra i quali si è distinto quello al Rifugio Comici, con Paolo Angeli, la sua eccentrica chitarra da lui stesso progettata, e la Piccola Orchestra Gagarin intenta a seguire percorsi insoliti e rapsodici, largamente improvvisati, tra il folklore sardo, la musica russa e i colori catalani. Giuseppe Segala, Alto Adige (July 2012)
“Platos combinados” és el títol de l’únic enregistrament, fins avui, del trio Piccola Orchestra Gagarin. Un títol que es correspon a la seva proposta. Plats combinats, que no precuinats. Plats combinats molt ben elaborats amb matèries primeres fresques i de gran qualitat. Plats combinats totalment saborosos. Són un collage viu, en moviment continuo i imprevisibles. Interactuen amb els principis de la dinàmica dels fluids. Agafen, mesclen, dilueixen, separen,…, i continuen. Viatgen per paratges múltiples i èpoques diferents, polvoritzen les lleis de la versemblança amb fina ironia surrealista. Música antiga, rock, barroc, música popular –africana, sarda, jueva,…-, jazz, electrònica, rock progressiu, psicodèlia de la cort del rei Crimson i improvisació, molta improvisació. Joan Cortès (June 2012)
La all stars band composta dal violoncellista russo-israleliano Sasha Agranov (collaborazioni con Patti Smith), il chitarrista sardo Paolo Angeli e dal batterista catalano Oriol Roca, ripercorre la missione del cosmonauta russo a bordo del Vostok 1, con un viaggio in forma suite, in cui i generi musicali vengono fatti a brandelli per essere riciclati in un avvincente mosaico. La Nuova Sardegna (August 2014)
Ai piedi del Limbara, l’avventuroso viaggio pioneristico del trio “Piccola orchestra gagarin” ha coinvolto e appassionato il pubblico presente all’anteprima della XVIII edizione del festival Isole che Parlano. Nell’area antistante la chiesa campestre della Santissima Trinità di Tempio Pausania si sono esibiti – con tute da astronauta taroccate – il violoncellista israeliano-russo Sasha Agranov, il chitarrista gallurese Paolo Angeli e il batterista catalano Oriol Roca. La loro musica ha sintetizzato i percorsi di tre musicisti onnivori, che scelgono la metafora del viaggio nello spazio e nell’arte culinaria, per accostare sapori differenti: episodi indy rock, pop d’avanguardia, jazz e musica tradizionale della Sardegna. Immancabile in scaletta il brano Corsicanskaya, la track album che accompagna l’avvincente video girato nel Can Maño di Barceloneta – pillole di bontà, tra calamari, sardine e triglie di scoglio – vero e proprio quartier generale del trio. Isole che Parlano (August 2014)
L’orchestra delle stelle. Nel 1961 Yuri Gagarin galleggiava per primo intorno alla terra. A 50 anni il trio Piccola Orchestra Gagarin (Paolo Angeli alla chitarra sarda preparata e alla voce, Sasha Agranov al violoncello ed Oriol Roca alla batteria) ricrea le stesse emozioni di quest’avventura nello spazio! Il Resto del Carlino (July 2012)
Per una volta inizio un post non con il titolo disco/nome band ma con un video. Prima una precisazione doverosa: non credo sia sotto licenza Creative Commons, con tutto ciò che ne consegue. Però trovo che questo video della Piccola Orchestra Gagarin possa essere un’ottimo biglietto da visita e una buona presentazione della band. Non so che impresionila visione di queste immagini possano dare ad uno spettatore, ma corrispondono in buona parte a quelle che mi ero ricreato ascoltando la musica di Platos Combinados. Atmosfere quasi “d’altri tempi” o anche d’altri luoghi. Tre viaggiatori che si incontrano in una locanda pubblica ed iniziano a parlare tra loro. Invece che le parole usano le note. Ciò che ne esce è un discorso unico, nuovo. Farina, uova e burro. Tre elementi decisamente diversi tra loro ma che si uniscono e ne esce una torta. Buonissima. E personale. Possono cambiare i dosaggi, e basta un minimo che si riconosca uscire qualcosa di nuovo, dove l’importanza non è tanto il fattore novità, una torta è pur sempre una torta, ma qualcosa di unico, che solo con quel dosaggio degli ingredienti momentaneo e personale che crea identità. Come al solito questo è uno di quei casi appunto in cui le etichette sono o troppo vaghe o troppo precise e rimandanti a qualcosa di immaginariamente completamente diverso. Indie rock, così anche li ho visti definire. Sicuramente hanno elementi di questo tipo. Indie lo sono, come chiunque non sia conosciuto a livello massivo. Rock possibilmente anche, richiami in tal senso vi possono essere. Di fatto non c’entrano nulla con l’immaginario comune dell’indie rock. Loro altresì si definiscono sperimentali ed improvvisativi. Altri due elementi che si possono applicare a tutto. Basti pensare ad un concerto jazz in cui di base si improvvisa e in cui si cerchi di uscire dagli standard. Ecco. Non è un disco jazz. Sembra quasi un viaggio. Magari dello stesso Gagarin. Lo spazio, la luna, le immensità interplanetarie. Ma… il tutto visto dal circolo di campagna negli anni sessanta. Televisore in bianco e nero, gente che il domani luna o non luna sarà sempre lì, gente che si ritrova per stare in compagna, per parlare, per suonare. E il cerchio si chiude. Col naso su immagini in bianco e nero, ascoltare questa chiacchierata composta da musica.
ps: una nota importante. La Piccola Orchestra Gagarin è formata da: Sasha Agranov, Russia (cello, loops); Sasha Agranov, Italia (cello, loops); Oriol Roca, Spagna (drums, objects). Il luogo Barcellona. Fede Marini, Canili d’Adda (March 2011)
Musica come divertimento dell’esplorazione: la Piccola Orchestra Gagarin .“Pronto Yuri? Sono Gagarin”. Comincia scherzosamente questa chiacchierata. Così come ha un lato di goliardia l’approccio alla musica della Piccola Orchestra Gagarin, trio con campo base (anzi, bisognerebbe scrivere base spaziale) a Barcellona. Formato da Paolo Angeli (chitarra sarda preparata), Oriol Roca (batteria e percussioni) e Sasha Agranov (violoncello e sega ad arco). Un sardo, un catalano, un russo per una musica che nasce in tempo reale, con il divertimento e il senso dell’avventura che viene dall’esplorazione. Come faceva Yuri Gagarin, nume ispiratore e padrino ideale del trio. Abbiamo intercettato Paolo Angeli, uno dei tre astronauti protagonisti del video di Corsicanskaya, per un mese al primo posto della classifica di Allaboutjazz.Cristiano Sanna, Tiscali (March 2012)
La peripècia del cosmonauta soviètic és l’excusa amb la que tres músics de l’escena subterrània de la ciutat comtal van fundar un projecte que du precisament per títol Piccola Orchestra Gagarin, i que tot just acaba de publicar el seu primer treball: Platos combinados (Whatabout Music). Paolo Angeli, a la guitarra sarda preparada —un instrument que fins i tot ha seduït a Pat Metheny—, Sasha Agranov, al violoncel, i Oriol Roca, a la bateria, els membres d’aquesta singular aventura van presentar la bona nova en un concert al Robadors 23, ara fa un any i escaig, i van enregistrar el CD en directe uns mesos després al Convent de Sant Agustí. Un altre personatge de la perifèria jazzistico-barcelonina, Dave Bianchi, va posar el seu segell discogràfic al servei dels gagarians. El disc es presenta avui, 14 d’abril, al Jamboree. I en què consisteix l’aventura gagariana? Doncs en un viatge astral per etapes, amb paisatges i passatges concatenats, a mig camí entre l’avantguarda, la música improvisada, la dolça foscor progressiva i, fins i tot, el folklore sard. Pel camí, trobem fragments deliciosos fruit de les escomeses líriques d’Angeli amb el seu particular instrument; apunts que han fet de l’italià un dels músics més reputats de l’escena del jazz d’avantguarda a nivell internacional, que l’han dut a compartir taules amb Fred Frith, Antonello Salis o Hamid Drake. Música celestial, en el sentit més opac del terme, profunda, bella i esfereïdora alhora, assaonada per la tímbrica incisiva de l’israelià-rus-ravaler Sasha Agranov —un violoncel·lista conegut pels lectors de Jaç per la seva tasca al servei del grup Selva de Mar, citat molt tangencialment a Enderrock.cat per posar les seves cordes al servei de Patti Smith—, i per la pulsació filosa del bateria Oriol Roca, un timbaler que ha posat el seus cuirs i platerets al servei de molts jazzmen comtals. Martí Farré, Vilaweb (April 2011)